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Lesson Transcript

INTRODUCTION
Mónica: ¡Hola! ¿Qué tal?
Michelle: Hi everyone, it's Michelle here. In this lesson, we'll learn about Spanish contractions.
Mónica: This conversation takes place at the apartment.
Michelle: The conversation is between Manuela and Verónica.
Mónica: The speakers will be speaking informally.
Michelle: Let's listen to the conversation.
DIALOGUE
Manuela: Gracias por cocinar para mí, estuvo deliciosa la comida.
Vero: Fue un placer, sabía que no podías salir con esa cara de monstruo.
Manuela: Ajajaj, sí estos mosquitos me destruyeron la cara, me dejaron desfigurada.
Vero: Manuela, ¿Qué fue eso?
Manuela: Creo que sonó muy fuerte como para ser una rata, mejor voy a ver que fue.
Vero: Manuela, voy contigo, no me dejes sola.
Manuela: Tranquila Vero, ya sé que sonó, fue la puerta de atrás, no tiene llavín, y se abre con el viento.
Vero: ¡Ahhh que susto!, creí que era un ladrón. Ya te iba a decir; patitas pa’ que las quiero.
And now, with the translation.
Ahora incluimos la traducción.
Manuela: Gracias por cocinar para mí, estuvo deliciosa la comida.
Manuela: Thank you for cooking for me. The food was delicious.
Vero: Fue un placer, sabía que no podías salir con esa cara de monstruo.
Verónica: It was a pleasure. I knew you couldn't go out with that monster face.
Manuela: Ajajaj, sí estos mosquitos me destruyeron la cara, me dejaron desfigurada.
Manuela: Hahaha, yeah, those mosquitoes destroyed my face; they left me disfigured.
Vero: Manuela, ¿Qué fue eso?
Verónica: Manuela, what was that?
Manuela: Creo que sonó muy fuerte como para ser una rata, mejor voy a ver que fue.
Manuela: I think it was too loud to be a rat. I'd better go see what it was.
Vero: Manuela, voy contigo, no me dejes sola.
Verónica: Manuela, I'm going with you. Don't leave me alone.
Manuela: Tranquila Vero, ya sé que sonó, fue la puerta de atrás, no tiene llavín, y se abre con el viento.
Manuela: Relax, Vero, I know what the noise was. It was the back door…it doesn't have a lock and it opens with the wind.
Vero: ¡Ahhh que susto!, creí que era un ladrón. Ya te iba a decir; patitas pa’ que las quiero.
Verónica: Ahhh, that was scary! I thought it was a thief. I was going to say…"Legs, what do I want you for?"
POST CONVERSATION BANTER
Mónica: ¡Ay Mónica, que rico sería un cafecito con un pedacito de pan y mantequilla! ¡Hmm…!
Michelle: Ay sí… para todas las tardes tiene que haber café con pan, o con repostería.
Mónica: Sí, he notado que aquí hay cualquier cantidad de panaderías y reposterías, y me parece que la mayoría son, o sea, tienen una calidad… ¡excelente!
Michelle: Es que aquí hasta en los trabajos te dan tiempo para que en la tarde te tomes el café con la repostería. No sé en otros lugares.
Mónica: Ah, ya. Sí, entiendo, pero… Eh, creo que en otros lugares se acostumbra más ir al supermercado y comprar como pan cuadrado o algo así, pero no pan fresco, como un baghette o algo así, como se acostumbra en, digamos, en países latinoamericanos, que eso es una de las cosas más deliciosas de poder ir al panadero y poder comprar pan fresquito, recién hecho. ¡Ay! Sí. Mejor de lo mejor.
VOCABULARY
Michelle: Let's look at the vocabulary for this lesson.
Mónica: Destruir.
Michelle: To destroy, to ruin.
Mónica: Des-tru-ir. Destruir.
Mónica: Fuerte.
Michelle: Strong.
Mónica: Fuer-te. Fuerte.
Mónica: Rata.
Michelle: Rat.
Mónica: Ra-ta. Rata.
Mónica: Llavín.
Michelle: Lock.
Mónica: Lla-vín. Llavín.
Mónica: Ladrón, ladrona.
Michelle: Thief.
Mónica: La-drón, la-dro-na. Ladrón, ladrona.
Mónica: Patitas.
Michelle: Little paws.
Mónica: Pa-ti-tas. Patitas.
VOCAB AND PHRASE USAGE
Mónica: Muy bien, en este momento vamos a centrarnos en el uso de algunos vocablos que escuchamos en la conversación de hoy.
Michelle: Así es. Pues, empecemos con un verbo de tercera conjugación: destruir.
Mónica: Destruir. Y dime Michelle, ¿en qué parte de la conversación escuchamos este verbo?
Michelle: Cuando Manuela decía: “¡Sí, estos mosquitos me destruyeron la cara, me dejaron desfigurada!”.
Mónica: Entonces, ¿qué significa destruir?
Michelle: Bueno, se refiere a la acción de reducir a pedazos o a cenizas algo material, u ocasionarle un grave daño.
Mónica: Bueno, es obvio que en el contexto de la conversación, el uso es muy exagerado, ¿no?
Michelle: ¡Pero claro!
Mónica: Piensa que de este verbo podemos formar el sustantivo femenino “destrucción”.
Michelle: Claro, y aquí tenemos la acción o el efecto de destruir.
Mónica: Por ejemplo: “Cuando se te cayó el vaso de agua en mi nueva Mac, la destruíste. ¡Por eso te voy a matar!”.
Michelle: ¡Ja ja! ¡Ay, qué mal! Bueno, okey, aquí pongo otro: “La destrucción de la casa nos conmovió tanto, dado que habíamos vivido ahí durante nuestra infancia”.
Mónica: ¡Muy bien! Enseguida estudiaremos un adjetivo: fuerte.
Michelle: Este adjetivo es de uso muy frecuente, pues hay que prestar atención.
Mónica: Un primer aspecto importante es que muestra número, pero género no: “el chico fuerte”, “los chicos fuertes”; pero “la chica fuerte” y “las chicas fuertes”.
Michelle: En la conversación de hoy, escuchamos a Manuela decir: “Creo que sonó muy fuerte como para ser una rata. Mejor voy a ver qué fue”.
Mónica: Pues el adjetivo “fuerte” tiene muchos significados.
Michelle: En el último ejemplo quiere decir excesivo, o demasiado. Sin tacto, hasta grosero.
Mónica: Pero hay que recordar que este adjetivo se deriva del sustantivo femenino fuerza, y por lo tanto también abarca los significados de robusto, corpulento, y que tiene grandes fuerzas.
Michelle: Pues miren esta distinción: “Ese tipo está fuerte, seguro hace ejercicio cada día”. Pues aquí quiere decir: “ese tipo está en buena forma”, robusto, etcétera.
Mónica: Ahora contrapongamos ese ejemplo con este: “Cuando hables con el oficial deberás tratarlo de usted, porque si lo tuteas sonaría fuerte”.
Michelle: Creo que se entiende.
Mónica: Sin duda. Avancemos.
Michelle: A continuación, estudiaremos un sustantivo femenino: rata.
Mónica: ¡Uf…! ¡Qué palabra! En el mismo ejemplo que el anterior, escuchamos a Manuela decir: “Creo que sonó muy fuerte como para ser una rata. Mejor voy a ver qué fue”.
Michelle: Pues una rata no es ni más ni menos que un mamífero, roedor, de hocico puntiagudo, orejas tiesas, cuerpo grueso, patas cortas, cola delgada y pelaje gris oscuro.
Mónica: Es un animal muy fecundo, destructor y voraz, y vive por lo común en los edificios y embarcaciones.
Michelle: Y siempre se asocia con la suciedad.
Mónica: Pongo un ejemplo: “Debes limpiar bien la cocina, porque si no habrá ratas”.
Michelle: Mencionemos de paso que esta palabra se usa a menudo para referir a una persona despreciable.
Mónica: Por ejemplo: “¡No confíes en ella porque es una rata por completo!”.
Michelle: ¡Hmm…! Así se usa en el lenguaje popular de muchos países.
Mónica: Rata.
Michelle: Rata.
Mónica: Entonces avancemos.
Michelle: Enseguida estudiaremos un sustantivo masculino: llavín.
Mónica: Llavín.
Michelle: Pues en la conversación de hoy, escuchamos a Manuela apaciguar a Vero, diciendo: “Tranquila, Vero, ya sé qué sonó, fue la puerta de atrás. No tiene llavín y se abre con el viento”.
Mónica: En cuanto al significado de esta palabra, en realidad quiere decir llave pequeña. Pero en algunos países se emplea con el significado de cerradura, o sea, un mecanismo de cerrar.
Michelle: Por ejemplo: “¡No es posible que la puerta no tenga llavín, si vivimos en un barrio bravo!”.
Mónica: Recuerden que esta palabra es una de las formas diminutivas de llave.
Michelle: Para hablar de una llave pequeña en otros países, podríamos usar la palabra “llavecita”.
Mónica: Y no se olviden que un llavero es el utensilio, generalmente una anilla metálica, o una cartera pequeña, en que se llevan las llaves.
Michelle: Así es. Pues, la pregunta de siempre que hago antes de salir de la casa es:
Mónica: “¡¿Quién ha visto mi llavero?!”
Michelle: ¡Cómo me conoces!
Mónica: ¡Ay, que si qué! ¡Muy bien!
Michelle: Por eso siempre ando tarde.
Mónica: Ah, sí. Por eso. Digamos. ¡Sigamos!
Michelle: ¡Je je…! Okey, entonces, la penúltima palabra de hoy es un sustantivo que puede ser o masculino o femenino.
Mónica: Ladrón, ladrona.
Michelle: En la conversación de hoy, Vero dice: “¡Ah, qué susto! ¡Creí que era un ladrón!”.
Mónica: Porque un ladrón o una ladrona es una persona que hurta, o que roba.
Michelle: O sea, ratas.
Mónica: Una rata.
Michelle: Aquí pongo otro ejemplo: “Mientras la pareja dormía tranquilamente, los ladrones se acercaban a la casa vestidos en ropa negra”.
Mónica: ¡Ay… qué susto!
Michelle: ¿Que si qué? Bueno, esto nos lleva a la última frase de hoy, que es patitas.
Mónica: Bien, este sustantivo femenino aquí está en forma diminutiva. “Patas” sería lo normal.
Michelle: Pues una pata es el pie de un animal.
Mónica: Claro, pero la frase “¡patitas, pa qué las quiero!”, es como diciendo: “piernas, ¡funcionen ya como nunca lo han hecho!”.
Michelle: Ah, ya entiendo. Sí, yo me quedo un poco confusa con ese. O sea… vamos jalando.
Mónica: O sea, vamos corriendo como el viento.
Michelle: Okey. Bueno.
Mónica: En la conversación de hoy escuchamos a Vero decir: “Creí que era un ladrón. ¡Ya te iba a decir 'patitas, pa qué las quiero!'”
Michelle: Moni, ¿nos podrías dar otro ejemplo de la palabra patitas?
Mónica: Claro que sí. Por ejemplo: “Mi mamá hace sopa con patitas de pollo”.
Michelle: ¡Uy! ¿En serio? Mi abuela hacía eso, pero yo nunca me las comía.
Mónica: No, ya uno no lo hace.
Michelle: No, no, no.
Mónica: Ah, bueno, ha sido un buen estudio de vocabulario, pero ya hemos terminado.
Michelle: Sí, desafortunadamente… Pero bueno, ahora seguimos con un poco más.
GRAMMAR
Mónica: Muy bien, ahora nos toca estudiar el tema gramatical de esta lección.
Michelle: Hoy vamos a abarcar las contracciones en español.
Mónica: Sólo hay cinco, pues no les debe costar mucho.
Michelle: La primera contracción ocurre cuando la preposición “a” es seguida por el artículo definido masculino “el”, o sea, “a” más “el”.
Mónica: Claro, como por ejemplo: “Llegué AL parque en quince minutos”.
Michelle: Bien, jamás se diría “Llegué a el parque”. No, no, no, no, no.
Mónica: Correcto. O: “Se lo dije al hermano de Miguel”.
Michelle: De nuevo, no decimos “Se lo dije a el hermano”.
Mónica: Para nada.
Michelle: Es que… dura mucho en decirlo. Es mejor cortarlo.
Mónica: Y suena mal.
Michelle: Okey. La próxima contracción ocurre cuando la preposición “de” es seguida por el artículo definido masculino “el”. O sea “de” más “el”.
Mónica: Como por ejemplo: “El aspecto del chico me llamó la atención”.
Michelle: Claro, “El aspecto de el chico”, “El aspecto del chico”, hay que contraer las dos palabras.
Mónica: O “La mirada del oficial me incomodó”.
Michelle: Bien. “La mirada de el oficial”, “La mirada del oficial”.
Mónica: ¿Ven? ¡No es tan difícil!
Michelle: ¡Ajá! Difícil no, pero importante sí.
Mónica: Las siguientes tres preposiciones ocurren con la preposición “con”.
Michelle: La primera sucede cuando “con” es seguida por el pronombre “mí”.
Mónica: Decimos “conmigo”.
Michelle: Como por ejemplo: “¿Por qué no vienes conmigo?”.
Mónica: ¡Correcto! Nunca diríamos “¿Por qué no vienes con mí?”.
Michelle: Claro, ha de ser conmigo.
Mónica: Otro ejemplo: “Daniela está conmigo. Estamos saliendo ahorita”.
Michelle: Correcto. No se diría “está con mi”. Ni se diría “está con migo”. Yo cometí ese error una vez. Tiene que ser “conmigo”, junto.
Mónica: Mmm-hmm. Bien. Lo mismo sucede con la preposición “con”, seguida por “tí”: “contigo”.
Michelle: Por ejemplo: “Voy contigo al mercado”.
Mónica: “Voy con tí”… No, no, no. Tiene que ser “contigo”.
Michelle: Otro ejemplo: “Ella debe acompañarte. Es mejor que vaya contigo”.
Mónica: Y así lo escuchamos en la conversación de hoy: “Manuela, ¡voy contigo! ¡No me dejes sola!”.
Michelle: ¡Perfecto! Bueno, la última contracción ocurre cuando la preposición “con” es seguida por el pronombre personal de la tercera persona “sí”: “consigo”.
Mónica: Pues sí, esta contracción no es tan común como las últimas, pero vale la pena aprenderla.
Michelle: Como por ejemplo: “El estudiante salió de su duda consigo mismo”.
Mónica: Es decir, que lo resolvió solito.
Michelle: ¡Claro! Y fíjense que no se dice “con sí”, sino “consigo”.
Mónica: Un ejemplo más, y se acaba la fiesta.
Michelle: ¡Je...! Les doy un ejemplo poético: “El alma desarrolla el amor consigo misma”.
Mónica: ¡Qué romántica!
Michelle: ¡Ay, pero siempre!
Mónica: ¡Bueno, chicos, listo el pollo!
Michelle: ¿Cómo que listo el pollo?
Mónica: ¡Se acabó la fiesta!
Michelle: Ah…
Mónica: Va jalando.
Michelle: ¡Je je je! Okey, ya... entendemos.

Outro

Michelle: Okay guys, that's it for today!
Mónica: ¡Chau!
Michelle: ¡Adiós, hasta la próxima!

Grammar

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